sábado, 16 de abril de 2022

Yo subiré al pie de la Cruz

Oración de San Josemaría Escrivá

 “Yo subiré al pie de la Cruz,

me apretaré al cuerpo frío,

cadáver de Cristo,

con el fuego de mi amor…,

lo desclavaré con mis desagravios

y mortificaciones…,

lo envolveré con el lienzo nuevo

de mi vida limpia,

y lo enterraré en mi pecho de roca viva,

de donde nadie me lo podrá arrancar,

¡y ahí, Señor, descansad!

Cuando todo el mundo os abandone

y desprecie…, os serviré, Señor.”

(Via Crucis, XIV, 1.)

domingo, 23 de mayo de 2021

Anoche, no fue una noche cualquiera...

 


Anoche, no fue una noche cualquiera

de una cuaresma cuajada de azahar,

de aromas a resina quemada

y a derretida cera.

Anoche no fue una noche cualquiera

porque fue una noche de silencios en presidio,

fue una noche de Angustias

que desesperan en un Valle de Esperanzas

que anhelan una vida nueva.

Anoche, no fue una noche cualquiera.

Fue una noche de martillo, de yunque y fragua

que resonaron en lo más profundo de nuestras entretelas.

Anoche no fue una noche cualquiera.

Fue una noche especial con sones de zambra

que removieron las costuras de mi alma.

Una noche, en la que una legión de ángeles con tez morena

bajaron a la Majarí desde el cielo a la tierra,

la entronizaron bajo un palio de oro y seda,

la vistieron como una reina gitana

con saya áurea y manto de azul realeza.

Con mantilla vaporosa

que dejaba ver su belleza.

Sus mejillas sonrosadas y canelas.

Y en sus acais, sus Angustias y sus penas,

por esta Sevilla que muere

en una insólita primavera.

Y así hoy, Jueves de Pasión,

amaneces Madre, Bata Barí, como siempre,

entre doce varales que sostienen

toda una lección teológica de Fe sevillana

que nos imparten dos mártires alfareras y hermanas.

Con ello, nos hacen despertar de esta pesadilla

para echarnos a soñar con una eterna Madrugada

de terciopelo morado, chicotás de fantasía,

sonidos flamencos y de capas blancas. 

Así, nos echamos a soñar en la esperanza de que esta sea la última vez

que la primavera le haga esta faena a Sevilla

dejando sus calles y plazas desoladas.

Porque tú eres consoladora de los afligidos,

Tu eres mediadora nuestra,

Patrona de Órganos de Vida

y bajas a esta apenada ciudad

para darnos con tu Hijo la SALUD y la LIBERTAD.


Texto: Faustino De la Villa.


Ven, Espíritu Creador

 

BAYEU Y SUBÍAS, FRANCISCO



Ven, Espíritu Creador 

(Rezada a diario por el Papa JPII)

 

Ven, Espíritu Creador,

visita las almas de tus fíeles

y llena de la divina gracia los corazones,

que Tú mismo creaste.


Tú eres nuestro Consolador,

don de Dios Altísimo,

fuente viva, fuego, caridad

y espiritual unción.


Tú derramas sobre nosotros los siete dones;

Tú, el dedo de la mano de Dios;

Tú, el prometido del Padre;

Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.


Enciende con tu luz nuestros sentidos;

infunde tu amor en nuestros corazones;

y, con tu perpetuo auxilio,

fortalece nuestra débil carne,


Aleja de nosotros al enemigo,

danos pronto la paz,

sé Tú mismo nuestro guía,

y puestos bajo tu dirección,

evitaremos todo lo nocivo.

 

Por Ti conozcamos al Padre,

y también al Hijo;

y que, en Ti, Espíritu de entrambos,

creamos en todo tiempo.,

Gloria a Dios Padre,

y al Hijo que resucitó,

y al Espíritu Consolador,

por los siglos infinitos. Amén.

 

V. Envía tu Espíritu y serán creados.

R. Y renovarás la faz de la tierra.

 

Oremos.

Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.

 

Por Jesucristo Nuestro Señor.

R. Amén.

 

BAYEU Y SUBÍAS, FRANCISCO

Consagración de la Familia al Espíritu Santo

¡Oh Dios Espíritu Santo! Postrados ante tu divina majestad, venimos a consagrarnos a Ti con todo lo que somos y tenemos.

Por un acto de la omnipotencia del Padre hemos sido creados, por gracia del Hijo hemos sido redimidos, y por tu inefable amor has venido a nuestras almas para santificarnos, comunicándonos tu misma vida divina.

Desde el día de nuestro bautismo has tomado posesión de cada uno de nosotros, transformándonos en templos vivos donde Tú moras juntamente con el Padre y el Hijo; y el día de la Confirmación fue la Pentecostés en que descendiste a nuestros corazones con la plenitud de tus dones, pera que viviéramos una vida íntegramente cristiana.

Permanece entre nosotros para presidir nuestras reuniones; santifica nuestras alegrías y endulza nuestros pesares; ilumina nuestras mentes con los dones de la sabiduría, del entendimiento y de la ciencia; en horas de confusión y de dudas asístenos con el don del consejo; para no desmayar en la lucha y el trabajo concédenos tu fortaleza; que toda nuestra vida religiosa y familiar esté impregnada de tu espíritu de piedad; y que a todos nos mueva un temor santo y filial para no ofenderte a Ti que eres la santidad misma.

Asistidos en todo momento por tus dones y gracias, queremos llevar una vida santa en tu presencia.

Por eso hoy te hacemos entrega de nuestra familia y de cada uno de nosotros por el tiempo y la eternidad. Te consagramos nuestras almas y nuestros cuerpos, nuestros bienes materiales y espirituales, para que Tú sólo dispongas de nosotros y de lo nuestro según tu beneplácito. Sólo te pedimos la gracia que después de haberte glorificado en la tierra, pueda toda nuestra familia alabarte en el cielo, donde con el Padre y el Hijo vives y reinas por los siglos de los siglos.

 Así sea.

 

MAÍNO, FRAY JUAN BAUTISTA


Oración de San Agustín

Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de sabiduría:
dame mirada y oído interior
para que no me apegue a las cosas materiales,
sino que busque siempre las realidades del Espíritu.
 
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de amor:
haz que mi corazón
siempre sea capaz de más caridad.
 
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de verdad:
concédeme llegar al conocimiento de la verdad
en toda su plenitud.
 
Ven a mí, Espíritu Santo,
agua viva que lanza a la vida eterna:
concédeme la gracia de llegar
a contemplar el rostro del Padre
en la vida y en la alegría sin fin.
Amén.

Intercesión de María que envía al Espíritu Santo

 




Intercesión de María que envía al Espíritu Santo

Por intercesión de María

envía al Espíritu Santo

 

Divino Padre Eterno, en nombre de Jesucristo y por la intercesión de la Siempre Virgen María;

envía a mi corazón al Espíritu Santo.

 

Espíritu Santo, Dios de infinita caridad, dame Tu Santo Amor.

 

Espíritu Santo, Dios de las virtudes; conviérteme.

Espíritu Santo, Fuente de luces celestes;

disipa mi ignorancia.

 

Espíritu Santo, Dios de infinita pureza; santifica mi alma.

Espíritu Santo, que habitas en mi alma, transfórmala y hazla toda tuya.

Espíritu Santo, Amor sustancial del padre y del Hijo, permanece siempre en mi corazón.

 

Tres veces……Gloria al Padre………

Espíritu Santo, eterno amor.

¡Ven Espíritu Divino!


 

¡Ven Espíritu Divino! 

Ven, Espíritu Divino

manda tu luz desde el cielo.

Padre amoroso del pobre;

don, en tus dones espléndido;

luz que penetra las almas;

fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,

descanso de nuestro esfuerzo,

tregua en el duro trabajo,

brisa en las horas de fuego,

gozo que enjuga las lágrimas

y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,

divina luz y enriquécenos.

Mira el vacío del hombre,

si tú le faltas por dentro;

mira el poder del pecado,

cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,

sana el corazón enfermo,

lava las manchas, infunde

calor de vida en el hielo,

doma el espíritu indómito,

guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,

según la fe de tus siervos;

por tu bondad y tu gracia,

dale al esfuerzo su mérito;

salva al que busca salvarse

y danos tu gozo eterno.

 Amén.


 (Secuencia de Pentecostés, el himno más antiguo)

 

Laudes de Pentecostés

Raúl Berzosa


 

Laudes de Pentecostés

¡El mundo brilla de alegría!

¡Se renueva la faz de la tierra!

¡Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo!


 Ésta es la hora

en que rompe el Espíritu

el techo de la tierra,

y una lengua de fuego innumerable

purifica, renueva, enciende, alegra

las entrañas del mundo.


 Ésta es la fuerza

que pone en pie a la Iglesia

en medio de las plazas,

y levanta testigos en el pueblo

para hablar con palabras como espadas

delante de los jueces.

 

Llama profunda

que escrutas e iluminas

el corazón del hombre:

restablece la fe con tu noticia,

y el amor ponga en vela la esperanza

hasta que el Señor vuelva.

viernes, 2 de abril de 2021

Stabat Mater

 

Foto de Manu Socarrás

Stabat Mater

La Madre piadosa estaba junto a la Cruz y

 lloraba mientras el Hijo pendía.

Cuya alma, triste y llorosa, traspasada y

 dolorosa, fiero cuchillo tenía.

 

¡Oh, cuán triste y cuán aflicta se vio la

 ¡Madre bendita, de tantos tormentos llena!

Cuando triste contemplaba y dolorosa

 miraba del Hijo amado la pena.

 

Y ¿cuál hombre no llorara, si a la Madre

contemplara de Cristo, en tanto dolor?

Y ¿quién no se en­tris­teciera, Madre piadosa,

¿si os viera sujeta a tanto rigor?

 

Por los pecados del mundo, vio a Jesús en

 tan profundo tormento la dulce Madre.

Vio morir al Hijo amado,

que rindió desamparado el espíritu a su Padre.

 

¡Oh dulce fuente de amor!, hazme sentir

tu dolor para que llore contigo.

Y que, por mi Cristo amado, mi corazón

 abrasado más viva en él que conmigo.

 

Y, porque a amarle me anime, en mi corazón

 imprime las llagas que tuvo en sí.

Y de tu Hijo, Señora, divide conmigo

 ahora las que padeció por mí.

 

Hazme contigo llorar y de veras lastimar

de sus penas mientras vivo.

Porque acompañar deseo en la Cruz,

donde le veo, tu corazón compasivo.

 

¡Virgen de vírgenes santas!, llore ya con

ansias tantas, que el llanto dulce me sea.

Porque su pasión y muerte tenga en mi alma,

de suerte que siempre sus penas vean.

 

Haz que su Cruz me enamore y que en

ella viva y more de mi fe y amor indicio.

Porque me inflame y encienda, y contigo

me defienda en el día del juicio.

 

Haz que me ampare la muerte de Cristo,

cuando en tan fuerte trance vida y alma estén.

Porque, cuando quede en calma el cuerpo,

 vaya mi alma a su eterna gloria.

Amén.

lunes, 29 de marzo de 2021

Alma Redemptóris Mater

 




Alma Redemptóris Mater

 

Salve, Madre soberana del Redentor, puerta del cielo siempre abierta, estrella del mar. Socorre al pueblo frágil, que intenta levantarse.

 

Tú que para asombro de la naturaleza engendraste a tu Creador, virgen antes y después del parto, que recibiste aquel saludo de la boca de Gabriel, ten piedad de nosotros.

Bendita sea tu pureza





Bendita sea tu pureza

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, en tan graciosa belleza. A ti celestial princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día, alma vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.

Oh Señora mía



Oh Señora mía

¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a vos; y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón: en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra.


 Amén.

Los siete dolores de la Virgen María



Los siete dolores de la Virgen María

Su padre y su madre estaban admirados por las cosas que se decían de él. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: “Mira, éste ha sido destinado para ser caída y resurrección de muchos en Israel, y como signo de contradicción –y a ti misma una espada te atravesará el alma-, para que se descubran los pensamientos de muchos corazones”. (Lc 2, 22-35)


Primer dolor: la profecía de Simeón

Segundo dolor: la huida a Egipto

Tercer dolor: Jesús perdido en el Templo

Cuarto dolor: María encuentra a su Hijo camino del Calvario

Quinto dolor: Jesús muere en la Cruz

Sexto dolor: Jesús es bajado de la Cruz y entregado a su Madre

Séptimo dolor: dan sepultura al cuerpo de Jesús

 

Domingo de Ramos 2021, en lo Gitanos.


El Señor es mi luz y mi salvación

 El Señor es la defensa de mí vida,

¿Quién me hará temblar?

Cuando me asaltan los malvados

para devorar mi carne, ellos, enemigos y adversarios, tropiezan y caen.





Fuente: Pagina Oficial de la Hermandad Sacramental de los Gitanos de Sevilla.

Imágenes de Manu Socarrás. 


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