Segundo Dolor
El segundo dolor fue de necesidad y temor, por los muchos que padeció la Virgen, huyendo a Egipto, perseguida de Herodes.
Considera como temerosa y sobresaltada saldría de casa y ciudad de Nazaret, de noche para no ser reconocida, con el disimulo posible, por que su hijo no padeciera a manos de tan cruel y tirana persecución.
¡OH dulce Virgen María!, A ti llamamos los desterrados hijos de Eva para que sirviéndoos humildes, sepamos huir de nuestros enemigos y no perezcamos en la peregrinación. En memoria de aquel dolor, rezaremos un Padrenuestro y siete Avemarías.
Ave María Dolorida / sin pecado concebida.
Madre llena de dolor, haced que cuando expiremos nuestras almas entreguemos en las manos del Señor.
Servitas de Málaga
Fotografía de Paula / José Á. Caballero
Las Cofradías de Sevilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario
La Madre de las Angustias, te guarde por siempre.