Dígnate aceptar, Santísima y benignísima Señora, los
preciosos dones, solo a ti debidos, que te ofrecemos tus indignos siervos, pues
fuiste elegida como la más sublime de todas las generaciones de la tierra. Por
ti, en efecto, conocimos al Hijo de Dios; por ti habitó entre nosotros el Señor
de las virtudes, y fuimos, por ti, dignos de tu santo cuerpo y sangre.
Bienaventurada eres por todos los siglos de los siglos, gratísima a Dios, más
resplandeciente que los querubines, y más gloriosa que los serafines.
San Efrén.
Fotografía Roberto Villarrica |
Fotografía Roberto Villarrica |
Fotografía Roberto Villarrica |
María de las Angustias de Hebrera
Navidad 2012.
Fotografía Roberto Villarrica .
No hay comentarios:
Publicar un comentario
La Madre de las Angustias, te guarde por siempre.