miércoles, 20 de abril de 2011

Corona Dolorosa a María Santísima de las Angustias






Quinto Dolor

El quinto dolor fue de congoja y aflicción, por ver morir a su hijo en la cruz.    Considera devoto siervo, cuan llena de afanes estaría la dolorida madre, en la ejecución de tan inicua sentencia: Miraba de su hijo, nuestro dios, los pies y las manos, pasados con duros clavos, desamparados no solo de los apóstoles, sus amigos carísimos, sino también de todo consuelo sensitivo.

Oyó sus palabras tan sentidas y el clamor grande con que murió; dando licencia para que después de muerto le abriesen con una lanza cruel el costado.
¡OH refugio de los pecadores y báculo de nuestras flaquezas! a vos suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas, rogando nos admitáis por hijo de vuestro dolor, pues fuisteis madre nuestra elegida. Y para más obligarnos, diremos en memoria de este dolor, un Padrenuestro y siete Avemarías

Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


 Ave María Dolorida / sin pecado concebida.
Madre llena de dolor, haced que cuando expiremos nuestras almas entreguemos en las manos del Señor.



Servitas de Málaga
Fotografía de Álvaro Heras Damas
Cruzalzada.

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La Madre de las Angustias, te guarde por siempre.

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